Nunca pudo imaginar lo buena idea que había sido irse de día de campo con la familia de su amigo, y eso que fue por compromiso y no dejar a su colega solo con sus padres en plan aburrido. Pero mientras el otro y su padre fueron a pescar al río, él se quedó en el prado con la madre tetona, tomando el sol tan a gusto; y en un momento dado, a la señora se le ocurrió darle bronceador, disimuladamente acabó quitándole el bañador para agarrarle la polla, que pronto se puso dura. El chico, aunque empalmado, estaba cortado por liarse con esta vieja caliente, pero ella parecía no tener vergüenza al follarse a un jovencito como él allí mismo en la yerba.